Hasta 47 pasos a seguir para que un deportista consiga auspicios
Una reforma tributaria aprobada a finales del 2019 introdujo incentivos tributarios para que empresas apoyen a deportistas en sus sueños de alcanzar glorias olímpicas. Pero la entrega de beneficios avanza a paso lento y está llena de trámites.
Las compañías que apoyen a deportistas pueden aplicar a la deducción del 100% adicional para el cálculo de la base imponible y así reducir el pago del impuesto a la renta (IR).
El monto incluye desde preparación física de atletas hasta compra de implementos, participación en competencias, promoción y servicios de educación, incluida la superior.
Pero ni atletas ni empresas pudieron beneficiarse inmediatamente, por demoras en su reglamentación.
Así, aunque este beneficio entró en vigor en enero del 2020 con la Ley de Simplificación Tributaria, el reglamento fue emitido recién siete meses después. Luego, en octubre de ese año, la entonces Secretaría del Deporte emitió el Acuerdo Ministerial 450, que contenía el instructivo del proceso de calificación y certificación de programas y proyectos.
El documento pasó por cinco reformas hasta llegar al texto final. Esto quiere decir, que le tomó 10 meses al Gobierno anterior definir la correcta implementación del beneficio.
Por esta razón, en el año fiscal 2020 solo se registraron nueve declaraciones de empresas que se beneficiaron del incentivo, según informó el Servicio de Rentas Internas (SRI).
El Ministerio del Deporte reconoció que, cuando entró en funciones, halló tres problemas para que el incentivo se concrete de forma ágil.
Estos son: una normativa confusa, una tasa de rechazo del 45% para la calificación de proyectos que tienen que presentar los deportistas para recibir los recursos de las empresas y que son susceptibles de deducción de impuestos y una escasa o nula difusión de los beneficios del proceso.
Además, los atletas deben pasar por 47 trámites para acceder al programa. La Cartera dijo que ahora trabaja para reducir esos pasos a 17, para elaborar una normativa clara y un aplicativo 100% digital y amigable, a fin de dar seguimiento a la solicitud y bajar la tasa de rechazo, entre otras acciones.
Carlos Maldonado, de 17 años, es uno de los atletas que está en el proceso de lograr un patrocinio. Él es ciclista BMX desde los 5 años.
Su madre, Belén Rodas, es quien afronta con los gastos mensuales para su preparación, que van desde planes de entrenamiento hasta nutrición especializada. Todo lo financia con su sueldo y con tarjetas de crédito.
Rodas explicó que, mensualmente, Carlos gasta “USD 1 200 o un poco más”, depende de las competencias que tenga en el mes. Solo en la dieta de proteínas gasta USD 400 al mes. Por eso, elaboró un proyecto de casi USD 9 000 con proyección de un año. “Lograr un patrocinio sería un gran beneficio y alivio para los padres de los deportistas; hacemos todo lo posible para que sigan con su sueño”, dijo.
Ella explicó que uno de los cuellos de botella para acceder al patrocinio es la elaboración de los proyectos. “Muchos deportistas desisten de aplicar cuando ven lo tedioso que es”.
Desde el 6 de octubre del 2020 hasta el pasado 12 de agosto, el Ministerio del Deporte aprobó 111 proyectos que beneficiarán a atletas y organizaciones deportivas, pero solo 14 fueron certificados por USD 4,2 millones de 15 empresas. Los proyectos certificados son aquellos que ya tienen un contrato suscrito con una empresa.
El gestor Borys Guerra, quien también tiene una hija que practica patinaje de velocidad, se encarga de guiar y facilitar la elaboración de estos proyectos. A través de su plataforma Gestor Sport, ha presentado 20 proyectos. De ellos, seis están aprobados y dos están en etapa de certificación. De USD 3 500 a 100 000 van los montos para atletas de alto rendimiento.
La empresa de viajes Recotur financiará a una deportista con pasajes aéreos. Margarita Mantilla, gerenta de la firma, señala que además del beneficio tributario, el apoyo permite aportar para que más jóvenes puedan seguir formándose. Sin embargo, dice que hace falta más difusión.
Algunas firmas apoyan a deportistas por responsabilidad social. Banco Pichincha, por ejemplo, ha patrocinado a ocho atletas en el último año como parte de un programa con la Fundación Crisfe. No descarta acogerse a los incentivos si esto supone ampliar el alcance de lo que realiza.
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