Ibarra quiere autorizar la quema para evitar incendios
En Ibarra se han identificado 84 quemas agrícolas desde julio, por la temporada seca.
Cuando hay una columna de humo, dos bomberos en motocicleta son enviados al sitio para constatar que la quema se haga de forma correcta.
Es decir, para que se realice a media mañana o media tarde, cuando se tiene una temperatura ideal (de 14 a 16 grados) y el viento es moderado.
Según Fabián López, jefe del Cuerpo de Bomberos de esta localidad, la pronta respuesta se debe a que este tipo de práctica ha incidido en la mayoría de los incendios forestales que se han presentado, en años anteriores, en este cantón.
Durante este año las quemas agrícolas no han parado, pero no se han registrado tantas afectaciones a áreas naturales en la provincia.
Otra de las razones, agrega, también ha sido la variabilidad climática registrada en la zona.
La época seca, que se extiende de mayo a septiembre, ha tenido un comportamiento irregular a causa de constantes ingresos de humedad.
Vladimir Arreaga, técnico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), explica que ese fenómeno atmosférico ocasionó que a lo largo del Callejón Interandino cayeran lluvias que no son usuales en esta temporada.
En junio y agosto pasados, las lluvias terminaron por encima de las proyecciones. En la estación meteorológica de Inguincho, en Otavalo, se registraron 35,7 mm por m² de lluvias, cuando lo normal es 19,5.
Arreaga explica que desde la próxima semana se podría experimentar un nuevo pulso de humedad, que podría derivar en lluvias. Además, la segunda quincena de este mes es considerada como tiempo de transición a la temporada lluviosa.
Para Jimmy Marcillo, coordinador de la Zona 1 del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, el factor climático ha influido para que no ocurra una mayor cantidad de quemas forestales.
Esa entidad informó que entre el 1 de enero y el 14 de septiembre, en total se registraron a escala nacional 451 incendios forestales, que ocasionaron daños en 1 501,75 hectáreas de vegetación.
Entre las provincias que reportan mayor afectación están Azuay, Guayas, Loja, Imbabura, Cañar y Pichincha.
El año pasado se contabilizaron 2 336 incendios en el territorio nacional, con una afectación de 27 904,91 hectáreas.
Seis bomberos de Ibarra sofocaban ayer una quema forestal en el sector Tercer Paso, en la parroquia La Carolina, en el norte del cantón Ibarra.
López explica que esta es una de las zonas en Ibarra de mayor incidencia de esta clase de eventos. Otra es el suroriente, en donde hay varias comunidades kichwas.
Por eso, desde hace nueve meses preparan una reforma de la Ordenanza de Combate de Incendios. Entre los cambios que planteará al Concejo Municipal está que la normativa se enfoque más en el uso y manejo integral del fuego.
López comenta que, igualmente, propondrán que los cabildos de cada comunidad sean los responsables de dar las autorizaciones para las quemas agrícolas. Eso les posibilitará tener un mayor control en sus territorios.
En Ibarra hay varias experiencias. Zuleta, en la parroquia Angochagua, tiene tres guardabosques, que son los guardianes de 2 378 hectáreas de páramos. La dirigente Mayra Perugachi señala que en los últimos dos años no han tenido incendios de gran magnitud.
En el cantón Cotacachi, en cambio, desde el 2016 está vigente una ordenanza que regula las quemas agrícolas para la prevención de incendios forestales. Geovanni Zamora, jefe del Cuerpo de Bomberos local, señala que la principal actividad económica de este cantón es la agricultura.
Por eso, el fuego es muy empleado en el cantón como herramienta de uso agrícola. La normativa regula su uso, a través de permisos para este tipo de quemas que otorga el Cabildo. La idea es que cada usuario se responsabilice de realizar quemas controladas y seguras.
Sin embargo, Imbabura fue la tercera provincia, detrás de Loja y Pichincha, con una mayor incidencia de estos eventos, entre el 2010 y el 2020.
Bolívar Montenegro, funcionario del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Económica, indica que el Programa Amazonía sin Fuego ha implementado acciones en esta provincia.
El fin del programa es reducir la incidencia de incendios forestales en Sierra y Costa.
Entre las actividades más recientes estuvo la VII Formación de brigadistas comunitarios en manejo integral del fuego, que contó un total de 27 participantes. Ellos aprendieron sobre lo que se debe tener en cuenta para la realización de acciones de manejo del fuego de forma eficiente y segura.
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